La felicidad es la clave de la Navidad. Es la razón que sustenta su magia, y ser conscientes, es clave para disfrutarla en plenitud. Las prisas y el estrés se incrementan en esa época, por ello, se debe intentar parar el ritmo, mirar alrededor, y por supuesto, en el interior, para ver su resplandor y así ser conscientes de la realidad.