Vilosell fue la localidad elegida por Tomàs Cusiné para poner en marcha en 2003 su proyecto personal, que resultó ser el vino Vilosell. Cusiné, considerado uno de los mejores ensambladores del país, decidió honrar el pueblo que lo acogió con un coupege de tempranillo, syrah y garnacha, dando como resulta un Vilosell que es considerado un ejemplo del trabajo que realiza la bodega cuidando la tierra y el entorno.