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‘Les Grands Buffets’, paraíso para los amantes del buen comer

‘Les Grands Buffets’, paraíso para los amantes del buen comer

Cada vez existen más chef y restaurantes de categoría, una prueba de ello es la gran cantidad de programas de televisión que tienen éxito en cualquier canal. Tal vez, ello haya contribuido a que las personas deseen comer bien, pero por desgracia se asocia la frase “comer bien o calidad” con gastar mucho dinero. Pero eso no es totalmente real, si desde Barcelona se coge el Renfe-SNCF, que celebran su segundo aniversario de cooperación, con destino a Narbonne, allí se encuentra “Les Grands Buffets”, el trayecto es de cerca a las 2horas, pero lógicamente se puede ir en coche.

Al llegar a Narbonne, una ciudad mediterránea con 2.500 años de historia que pertenece a la región de Languedoc-Roussillon. Fundada por los romanos en el año 118 a C., seduce por sus importantes restos romanos como la Via Domitia y su estilo de vida relajado y festivo. Se debe visitar el Palacio de los Arzobispos que es un conjunto arquitectónico que cuenta con la parte antigua del palacio de origen romano y la parte nueva de estilo gótico. La fachada tiene tres torres cuadradas que datan de los siglos XIII y XIV. Actualmente, alberga el Ayuntamiento, el museo del Arte e Historia y también el museo de Arqueología. Visita obligatoria a la Catedral de San Justo y San Pastor, es el edificio con más prestigio de la ciudad, de estilo gótico inspirada en las grandes catedrales del Norte de Francia, construida entre 1272 y 1340. Una curiosidad es que no está terminada, solo se construyó el coro de la catedral con sus bóvedas de más de 40 m de altura.

Y por último, el Canal de la Robina, donde se puede pasear en los barcos y se demuestra que era una ciudad naviera, pero es curioso que en una de sus veras se encuentra el Mercado principal.

Y para terminar la visita de la ciudad que mejor que acudir a ‘Les Grands Buffets’ para vivir una auténtica fiesta gastronómica de la alta cocina tradicional que recupera las recetas clásicas de la burguesía francesa.

La historia de la creación de ‘Les Grands Buffets’ empezó hace 26 años en Narbonne de la mano de Louis Privat, quien explicó detalles de su trabajo y vocación a Bcnpress.net. “En Francia no estaba esta fórmula de poder comer y me gustaba mucho la idea, pero siempre bien tratada, ya que lo considero que es una forma de libertad. Empezamos poco a poco observando a los comensales lo que más les gustaba, siempre teniendo presente que debíamos tener mucha calidad y buen servicio”.

“Queremos darle una buena atención al público, y que vaya acompañada de calidad y con un precio accesible y, por supuesto, con productos muy actuales. El salmón, el foie gras, la langosta, las ostras, estos productos son considerados como un lujo, es decir, que sólo se pueden degustar para celebrar una fiesta, pues no, aquí en Francia y para mí, el lujo es que lo puedan comer en cualquier momento”.

El restaurante es grande y se pueden servir entre 200 o 300 clientes al día, pero para Louis Privat lo importante es que vienen a comer clientes de toda la región francesa y ahora empiezan a llegar de Catalunya. Considera que esto es importante ya que la cultura del Sur de Francia es parecida a la cultura Catalana.

Su carta de vinos es extensísima, había que preguntarle por qué tanta variedad “Estamos en una zona de producción de vinos, por ello disponemos de 70 variedades, servidas en unas condiciones óptimas, puede ser en copa o botella. Lo consideró un producto de excelencia, pero en la actualidad un buen vino con la comida es necesario, pero la gente no lo toma porque le sale muy caro y por ello, de este modo nosotros tenemos la botella al mismo precio del distribuidor y si además deseas comprarlo cuesta lo mismo que en la bodega. Hace 10 años empezamos a venderlo al mismo precio del distribuidor así se pueden tomar buenos vinos de alta calidad. En toda Francia solo hay dos restaurantes que proponen más de 70 vinos, el nuestro y el otro está en Paris”.

Normalmente las cocinas no dejan que se visiten pero en esta ocasión hicieron una excepción, ya que valió la pena ver el lugar más importante del restaurante, ya que allí trabajan los que preparan las comidas, por lo tanto para el director es importante que la decoración sea adecuada para todos los empleados, que tengan las mejores condiciones de trabajo. En sus paredes cuelgan obras de arte de Patrick Chappert-Gaujal, que están realizadas en inoxidable dando un resultado espectacular, más que una cocina parece una galería de arte moderna, pero consideran que este toque da serenidad en el lugar donde se realizan las creaciones culinarias. Cuentan con las últimas tecnologías de mercado y en cada sala donde se cocinan los platos tienen su música ambiental adecuada, todo está cuidado al más mínimo detalle.

Disponen de un precioso jardín con esculturas y en verano se convierte en un espectacular jardín con rosas de color rosa y flores blancas que cubren las paredes, en medio hay una fuente para dar frescura durante el verano y por las noches la iluminan dando una sensación de no saber dónde te encuentras. El paisajista André Gayaraud cuida las flores y las esculturas las realizó Hervé Di Rosa.

Volviendo a la comida, Monsieur Privat explicó que para proponer que platos se incluyen en el buffet es el mismo quien da su criterio basándose primeramente en lo que a él le gusta, pero imponiéndose la tradición de la cocina francesa como seria La Rostissérie, pato, foie gras, le fromage y todos los platos que son difíciles de cocinar en una casa.

Tiene a su cargo cien empleados, que están en todo momento pendientes de lo que el comensal necesita. Al entrar en el restaurante que tiene una decoración única, cuidada y que transporta al tiempo de la época de la burguesía, te llevan a la mesa, te preguntan por la bebida y a partir de ese momento empieza el recorrido por los dos salones donde esta toda la comida.

Las secciones son La Rostissérie que se encuentra en el centro del restaurante, es un inmenso asador panorámico, donde se cocinan los platos al momento y al gusto del comensal, ofreciendo desde entrecots, tournedó, costillas, magret de pato, langosta o bogavante a una amplia variedad de revueltos de tortilla.

La Mer, grandes fuentes de marisco, tienen como estrella las ostras de Gruissan, además de mejillones, langostinos, bocinas, salmón ahumado y delicatesen con productos de mar.

La Fromage, con un surtido de 35 clases de quesos: 3 clases de roquefort, Gorgonzola, parmesano, emmental, comté, saint-Nectaire, salers, bamalou, camembert au lait cru…

Y la Pastissérie, con más de 50 platos de autor que rodean a una majestuosa fuente de chocolate. Son elaborados diariamente por un maestro pastelero, se ofrece desde la tarta tatin, los macarons, el Milhojas, los Paris-Brest, el Selva Negra a fruta, crepes o helados.

Decimos que lo más práctico es viajar con el Renfe-SNCF, ya que después de una comida con los productos que se han descrito es ideal volver a tu hogar con la comodidad de que te lleven en un tren amplio, cómodo y rápido.

Montse Carreño, 19-Diciembre-2015

  • 19DICIEMBRE2015 ‘Les Grands Buffets’, paraíso para los amantes del buen comer. Foto: Montse Carreño.
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  • 19DICIEMBRE2015 ‘Les Grands Buffets’, paraíso para los amantes del buen comer.
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