Caña de Azúcar, restaurante venezolano

Nace un nuevo espacio gastronómico que nos transporta a una típica casa venezolana, no solo por su decoración sino también por su trato. Las hermanas Osio, Adnaloy y Adriana, desean que sus clientes se sienten como en su casa, ese es el objetivo principal de este espacio ubicado en el Eixample, para los venezolanos que se identifiquen con sus orígenes y para los catalanes que vivan la experiencia de encontrarse en una casa típica venezolana, tanto en decoración como en el paladar.

La gastronomía venezolana está compuesta por una gran fusión de culturas: indígena, española, italiana, africana. Por ello, su comida dispone de una amplia variedad y si añadimos los sabores típicos en Venezuela que son muy gustosos y exóticos dan un sabor muy especial.

La ilusión que tienen puesta en este lugar es enorme, desean que se pueda degustar una carta llena de nuevas sensaciones, realizada con la combinación de técnicas de elaboración actuales y las tradicionales recetas familiares de la familia Osio, con la finalidad de mantener la pureza de los orígenes y sabores del producto.

Caña de azúcar propone una carta llena de sabores, matices, texturas y sensaciones. La gastronomía venezolana es la expresión del colorido de su tierra, el gusto de su sazón y su alegría desbordante.

No pretende ser un restaurante gastronómico al uso, cada plato de su cocina lleva consigo una historia y un sentimiento escondido. La materia prima con la que las hermanas Osio trabajan cada uno de sus platos, es de la más alta calidad, trabajando a través de productos ecológicos en su mayoría. Es una propuesta gastronómica para ser comida en muchos casos con las manos, disfrutando de cada bocado, ya que de esta manera se disfruta y se vive las costumbres de las tierras venezolanas.

En cuanto a la bebida disponen de un barman que realiza unos cócteles espectaculares, principalmente con rones de primera calidad con los que marida de manera perfecta con su propuesta gastronómica.

Mención aparte se debe destacar que las hermanas Osio, no solo son las propietarias del nuevo restaurante sino que ellas están en los fogones, preparando la comida con todo el cariño que sienten por su tierra.

Adnaloy Osio, empezó su formación en Venezuela para continuarla en la escuela Hofmann de Barcelona. Su carrera profesional se ha ido forjando en el tiempo de las manos de grandes chef tales como Andoni Luis Anduriz (Restaurante Mugaritz), Martin Berasategui o Jordi Cruz, los cuales han marcado la trayectoria de Adnaloy Osio.

La filosofía gastronómica de Adnaloy Osio se basa en buscar las raíces de la cocina venezolana con creatividad, jugando con las nuevas tecnologías, pero siempre conservando los orígenes. En definitiva Adnaloy Osio pretende llevar a un grado superior la cocina urbana venezolana.

El gran reto de Adnaloy Osio ha sido buscar el equilibrio entre los sabores dulces, salados, amargos, agrios dado el mestizaje cultural de la gastronomía venezolana. El objetivo esencial es que cada una de las culturas representadas reconozca sus sabores ya que eso ayudara a entender lo que es mestizaje de culturas de Venezuela. Su esencia es única ya que los sabores son los que probó durante toda su infancia.

Adriana Osio, se formó en Venezuela, el dulce es su gran pasión y lo refleja en Caña de Azúcar, con una reinterpretación de las recetas familiares, aquellas que pasan de madres a hijas. Una explosión de sabores que pone el broche de oro a toda experiencia gastronomía.

Sus postres contienen elementos típicos de Venezuela como la fruta y el chocolate venezolano, importante en la gastronomía de Venezuela. EL cacao venezolano tiene un pequeño golpe de sal yodada y un punto de ácido, que le transmite al paladar un toque único.

Las hermanas Osio rinden homenaje a través de su trabajo, a la familia y a su país Venezuela, mimando las recetas que generación tras generación han acabado llegando a ellas. Recordando esas mañanas de verano en la cocina junto a la abuela intentando descifrar los olores que de sus guisos surgían.

El restaurante es un proyecto realizado en su totalidad por la empresa Ingenia Group. Tras proyectos como el restaurante Bananas, Guzzo o Artesans, Ingenia Group nos trasladara a través de su interiorismo a una típica casa venezolana, un viaje al Caribe.

El estilo estético del restaurante responde a una mezcla de conceptos típicos de las diferentes zonas de Venezuela que se implementan en las distintas partes del local: Zona de la entrada, una estética inspirada en la autenticidad de un patio viejo de la Sudamérica más tropical. Lo primero que atrae desde la entrada es una gran estructura colgante compuesta por diferentes lámparas de bambú que cuelgan a diversas alturas vistiendo este espacio con un toque tropical, dotando a toda la instancia de una cálida luz.

Otro de los puntos claves de este espacio que es la composición del pavimento donde se combinan baldosas de terracota típicas de patio con una cerámica antigua de estética vintage.

En cuanto al mobiliario, se ha trabajado diferentes combinaciones de elementos: Piezas tales como sofá y mesitas son una reinterpretación del diseño americano de mediados del siglo XX de la marca catalana Lobster's day, todo artesanal en fibra de vidrio, aporta gran diseño. A este conjunto se le combina con butacas y mesitas clásicas de mimbre dotando a la estancia de gran carácter.

Cabe destacar también el restiling del mobiliario existente. Se han tapizado las sillas en terciopelo turquesa que combinadas con el resto del mobiliario crean un conjunto singular.

Este primer espacio se acaba de vestir con los detalles como la integración del mapa de Sur América en la pared de piedra, ventanas y puertas antiguas y la pared de fondo color fucsia inspirada en las fachadas de las casas coloniales de Venezuela.

Seguidamente esta la zona intermedia que es la de servicios que sirve de nexo de unión entre un comedor y el otro comedor. Se ubica la barra, el acceso a los lavabos y las escaleras hacia el piso superior donde se encuentra la cocina.

Esta zona es la más tropical del restaurante inspirada en el Amazonas. En ella destacan los revestimientos, tanto en pared de escaleras donde se ha optado por un empapelado tropical que se entrevé a través de los barrotes dorados de las escaleras, el revestimiento de la barra con baldosas artesanales color turquesa combinado con detalles dorados que dan ese toque elegante que caracteriza el local.

Y por último, la zona más íntima y comedor interior. Este es el comedor más formal, más elegante y más íntimo. Inspirado en la estética de la elegante Venezuela de los años 50 con toques afrancesados del modernismo de la época. Destaca el pavimento tipo damero blanco y negro muy parisino, sofá y sillas tapizadas en terciopelo combinando tonos turquesas y verdes y mesas de mármol.

El toque final lo dan las piezas de iluminación y mobiliario de servicio adquiridos en Anticuarios y mercadillos vintage.

Información: Caña de Azúcar en Muntaner, 69 Web: www.restaurantecañadeazucar.com

El menú degustación estuvo formado por: ‘El Tequeño’ fina masa de trigo, relleno de queso de vaca fresco, acompañado de chutney de rocoto, Rosita de la Vera y melao de Caña de Azúcar; ‘Palmitos a la brasa’, corazón de palma de cocotero, tomate fresco y pan de yuca al ajillo;’Cachapita’, tortita de maíz tierno, bajo queso de Mano fresco y mantequilla noisette; ‘Vuelve a la vida’, pulpo marinado en lima y fruta de la pasión, sobre carpaccio de aguacate, salsa roja quemada y tostón; ‘Pabellón Criollo’, crujiente de plátano maduro relleno de carne desmechada ECO. A 89ºc y guayanés, sobre cremoso de frijoles negros, nata criolla y picante de ají amarillo; ’No te enamores de ceviche’, corvina salvaje marinada en salsa de jalapeños quemados, quinoa negra frita, choclo y pico de piña; ‘Arepíta Caña de Azúcar’, costilla de cerdo ECO a 89ºc con tamarindo a la leña, trufa, aguacate, plátano maduro, chicharrón y pico de gallito; y de postre ‘Tres leches’ biscocho bañado en tres leches, bajo nube de marshmallow y frutos del bosque.

Muy cuidada la presentación de cada plato, de forma original pero tradicional en Venezuela, aquí nos sorprende al igual que no poner vino, ni pan y comer con los dedos, pero cuando se visita un restaurante debes seguir las instrucciones del chef, es el especialista en lo que te está sirviendo en la mesa para que se saboree de la mejor manera.

Montse Carreño, 26-Febrero-2016