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Cottet Óptica y Audiología aconseja protegerse los ojos con gafas de sol

Cottet Óptica y Audiología aconseja protegerse los ojos con gafas de sol

Ellos son expertos en este tema e insisten en extremar precauciones ante la exposición solar, para evitar lesiones en los ojos.

A pesar de que las gafas de sol son ya un aliado imprescindible durante el verano, se aconseja que se lleven durante todo el año, pero hay que ser consciente que cobran mayor importancia con la llegada del verano, época en la que se incrementa la exposición continuada frente al sol y los rayos solares tienen más potencia.

Crear tendencia es condición necesaria como marca puntera en gafas, pero ante todo hay que informarse de qué tipo de gafas son las idóneas para minimizar posibles lesiones en los ojos. La acción de los rayos ultravioleta sin la protección adecuada puede tener consecuencias negativas como padecer cataratas, queratitis o conjuntivitis que a largo plazo provocarían problemas visuales más graves.

A diario estamos expuestos a pequeñas dosis de radiación ultravioleta que van acumulándose y que con los años pueden acabar dañando los tejidos. Una exposición solar prolongada puede provocar desde irritación de la superficie ocular, aceleración en la formación de cataratas o degeneración macular en la retina, entre otras afecciones. Además, no hay que olvidar que la piel de los párpados es muy sensible también y puede sufrir un daño progresivo por la acción solar.

 Los expertos de Cottet Óptica asesoran para adquirir gafas con filtro solar adecuado  y garantías sanitarias:  Sobre la tipología de gafas a usar, “desde Cottet incidimos siempre la importancia de comprar gafas de sol homologadas y certificadas con el distintivo de la CE y el UV, que indica la protección a los rayos ultravioleta. Hay que olvidarse de las gafas de sol sin certificado de calidad, ya que perjudican seriamente la salud visual. Lo más importante es que los cristales tengan filtros homologados que protejan frente a la radiación ultravioleta. Es mejor no usar gafas que llevar unas de dudosa calidad ya que unos cristales oscuros que no filtren la radiación UV, hacen que la pupila se dilate y por tanto que, entre más radiación en el ojo, lo que resulta dañino”, explica Fabio Delgado, director óptico de Cottet.

Hasta el momento la Unión Europea había basado el reconocimiento de su marcado CE en una escala de 5 tipos de filtros que van desde el 0 hasta el 4, de menor a mayor protección frente a los rayos solares. Las de categoría 0 dejan pasar al menos el 80% de la luz visible y se usan para ambientes externos con poca luz; los de categoría 1, cuya transmisión se encuentra entre el 43% y el 80%, pueden ser fotocromáticos, y aconsejables para ciudad; los de categoría 2, filtros con transmisiones entre el 18% y el 43%, se usan para la práctica de deportes como bicicleta, running, etc. y también para ciudad o para ambientes con niebla o días nublados; con categoría 3, filtros con transmisiones entre el 8% y el 18%, están indicados para ambientes muy soleados, para la conducción, práctica de deportes o si estamos en el mar o en la montaña; y los de categoría 4, que solo transmiten entre el 3 y el 8% de la luz, serían adecuados para zonas de alta montaña, para práctica del esquí y deportes acuáticos.

Tipología de lentes según su color:

-Negros polarizados: Reducen la distorsión y los reflejos, aunque en condiciones de poca luz reducen la visibilidad. Se recomiendan para la conducción de día, siendo un elemento que reduce en 7 metros la distancia de frenado a 80 Km/h, según estudios europeos de movilidad y seguridad. También son recomendables para deportes náuticos y de alta montaña.

 -Marrones, verdes y azules, son los que menos alteran los colores de la visión, siendo el verde el que ofrece mayor confort visual.

- Rosas, resaltan las sombras y los contrastes aumentando su eficacia en condiciones de poca luz.

-Amarillos, ámbar y rojo, son lentes muy versátiles ya que filtran la luz azul y definen las sombras. Válidas para todas las condiciones.

-Transparentes, usadas en condiciones de muy poca luz o de noche. Espejeadas, son las idóneas para mejorar el contraste, perfectas en días de luz. Y aunque están muy de moda, hay que conocer el tipo de filtro que tienen.

-Fotocromáticos, se adaptan a las condiciones lumínicas del exterior, lo que aumenta su utilidad en cualquier condición climática.

-Cristales antirreflejo, son parecidos a los polarizados, pero evitan la molestia de los rayos reflejados en la superficie de los propios cristales, permitiendo así que la visión sea mucho más nítida.

 Según datos del Consejo General de Ópticos-Optometristas de España los problemas oculares aumentan un 25% durante los meses de verano y es aconsejable proteger de forma especial los ojos en esta época el año.

 Así mismo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) alerta desde hace tiempo que, debido al deterioro de la capa de ozono de la atmósfera, han aumentado enfermedades oculares como la queratoconjuntivitis actínica, las degeneraciones retinianas, las úlceras corneales y, se ha detectado que las cataratas aparecen más y de forma más temprana.

En cuanto a los pequeños de la casa, son un colectivo vulnerable frente a los rayos de sol, por lo que la recomendación del Dr. Óscar Gris Castellón, médico especializado en Córnea, Catarata y Cirugía Refractiva de la Fundación IMO (Instituto de Microcirugía Ocular), es que deben acostumbrarse a usar gafas de sol y más tras el confinamiento que han soportado. “Igual que en otras situaciones, si los niños ven que sus padres llevan gafas de sol, será más fácil convencerlos de la importancia de su uso. Sobre la tipología de gafas, tienen que ser muy cómodas, con material flexible, para que puedan moverse con facilidad y elegir el lente adecuado. Igual que protegemos su piel para que no se queme, con los ojos ocurre lo mismo, máxima protección”, indica Fabio Delgado, de Cottet.

Cuando realizamos deporte se estás expuesto a una radiación solar importante, especialmente entre las 12.00 y las 15.00h, y en la medida de lo posible hay que evitar la llegada de radiación ultravioleta al ojo. El Dr. Gris Castellón, afirma que “además, con el uso de gafas de sol podemos prevenir la entrada de cuerpos extraños, por ejemplo, al montar en bicicleta o para protegernos frente a posibles traumatismos accidentales. Así mismo es muy recomendable usarlas para el agua. Por una parte, porque el cloro de las piscinas suele irritar la superficie ocular, causando ojo rojo y molestias, algo especialmente frecuente en niños que pasan largos ratos en la piscina y que abren los ojos bajo el agua. Y, por otra parte, para reducir la incidencia de conjuntivitis producida por gérmenes que pueda haber en el agua".

Los consejos que nos dicen sobre el cuidado y mantenimiento de las gafas es que se deben guardar en funda para evitar ralladuras y que se puedan perjudicar las patillas. La limpieza es necesaria para alejarlas de posibles bacterias limpiándolas a menudo usando gamuzas con agua y jabón.

Montse Carreño, 13-Julio-2020