Día negro para los atletas españoles
Erika Villaécija participó en los 10 kilómetros del Mundial en aguas abiertas del Port Vell. Una carrera que duró cerca de las dos horas, ella lució sus unas de las manos y los pies de color amarillo por ser su color de la suerte. Era una prueba dura, estaban las grandes rivales pero la ilusión de la catalana era enorme por poder subir al podio. El sorteo quiso que saliera en la séptima posición, muy lejos de la gran favorita, pero finalmente quedo novena, ni ella pudo conseguir medalla. Empezó la barcelonesa liderando la prueba en la primera de las cuatro vueltas previstas al circuito de 2,5 kilómetros.
Después fue descendiendo posiciones ya que recibió una patada en el hígado, la carrera no fue nada limpia por parte de las participantes, al final ocho segundos, la separaron de las medallas del 17º puesto de Erika, precedida por la levantina Yurema Requena (16º), la otra española presente en la prueba.
Las dos tiene 29 años, participaron en los Mundiales de 2003, ya saben lo dura que es esta prueba, pero se vio a Erika lamentando su papel ya que participaba en su ciudad y frente a sus gente que lucían también camisetas amarillas en su honor.
El triunfo se lo llevó Brasil, ya que se adjudicaron el oro y la plata, mientras el bronce recaló en la alemana Angela Maurer.
La selección española femenina de waterpolo cayó ante Rusia (6-7) y se complicó el futuro cruce de cuartos. Si España quedará segunda de grupo jugaría ante la débil Uzbekistán. Pese a que España remontó un 0-1 inicial, se fue al descanso con un 2-2 y dejó que Rusia se escapase en el tercer cuarto, que acabó 3-5. El empeño de España resultó insuficiente en el último periodo.
En cuanto a la sincronizada sólo se hicieron preliminares.
Montse Carreño, 23-Julio-2013
- Inicie sesión para enviar comentarios