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El gastropub Gutai de Moscú abre sucursal en Barcelona

El gastropub Gutai de Moscú abre sucursal en Barcelona

El gastropub de cocina asiática Gutai de Moscú, propiedad del holding restaurador ruso Semifreddo Group, abrió sucursal en Barcelona de la mano de empresaria y gastrónoma Anna Vitoshinskaya.

Con una carta de orientación asiática, Gutai apuesta por el maridaje con cócteles, ideados por el barman ruso Ivan Sablin. Éstos, así como parte de la carta, están pensadas para divertidos afterwork.

Gutai Barcelona se ubica en la calle Mallorca, en pleno Eixample barcelonés, con una gastronomía asiática actualiza en mente de empresaria, que completa la propuesta con una carta de cócteles de autor y un diseño global que cuestiona la mayor.

Julià Duque (Ex Marea Alta o Martínez) se encuentra en los mandos de la sala y los vinos, Gutai es un local de cocina asiática donde no existen kimonos ni estética excesivamente oriental. Los camareros atienden con camisas de tendencia, música occidental y estética artística con sello japonés de Lázaro Rosa Violán. La gastrónoma Vitoshinskaya ha trasladado a Barcelona un concepto diferente, divertido, un restaurante asiático “Que muestra mi experiencia gastronómica por esos países traída a Occidente, desde nuestro punto de vista”.

La carta lleva su sello y el del chef de Gutai Moscú, Igor Su, quien ha compartido sabores con el chef que lidera el día a día del establecimiento, el local Jonathan Arias Rojas (ex Tomate y Fismuler). Lo lidera en servicios y por la tarde también, cuando se abre para el afterwork con platos calientes.

La idea del nueva local, según la propietaria “Es coger platos, conceptos y versionarlos con Asia en gusto y memoria”. Similar a la carta de Moscú, aquí con más sushi y más cero- en Rusia no se come cerdo”-, la carta se estructura en apartados que completan a simple vista un menú de todas las latitudes de Oriente.

Cualquier comida empieza con aperitivos refrescantes de la casa: zanahoria coreana y col encurtida con cítricos. En los entrantes, Buns de ternera, ensalada de pato, berenjena y tomate thai, calamar con salsa coreana o gambas wasabi con salsa de leche condensada.

Las gyozas, son demandable solas, de cerdo con un relleno elaborado con citronella y dos tipos diferente de soja “No es fusión, es yuxtaposición culinaria con respeto”, explica Vitoshinskaya. Otro entrante son los Huevos Benedict al estilo Gutai con tartar de atún, galleta de arroz y mayonesa de sésamo.

La carta evoluciona con selección de sopas (miso, ramen o Tom yum con gambas), dumplings, sushi, sashimi, noodles y de platos con base de arroz (salteado con huevo con ternera, gambas pollo o verduras y arroz kimchi con huevo), para finalizar con una elección de postres que achinan los ojos: panna cotta de té verde; tarta de chocolate y praliné; helado casero de té verde, wasabi o maracuyá y mochi casero de leche condensada o jengibre.

Antes del postres, la carta se habrá detenido en uno de los apartados más cuidados de Gutai, el de los rolls. De atún con gambas picantes, California con tobiko, “Roll chino”, con anguila y sésamo o “Vulcan” roll con snow crab y sriracha. El último roll juega con el comensal en sabor y nombre, erigiéndose en el único guiño “gastronómico” de Gutai con la madre Rusia. Se trata de roll “From Russia with Love”, un tamago con cangrejo ‘snow crab’, tobiko, aguacate y salmón.

“El cliente de Moscú es muy exigente. La capacidad de ir a un restaurante es menor (hay más diferencias de clase) y luchar por los clientes le da mucho poder a los que vienen. Por ello, el servicio es muy importante”, explica la propietaria. En Gutai, sin ser un servicio “americano de pregunta perpetua”, sí es profesional y medido, que cambia los cubiertos y palillos por plato, “aunque preguntamos antes, porque es un gasto para el medio ambiente”. Un servicio ruso pero con camisas última tendencia.

La decoración sí remite a Japón sin convertirse no obstante en una izakaya. Con una sala interior más tradicional, el estudio de Lázaro Rosa Violán ha buscado la transición hacia un exterior urbano aunque de madera, con la idea de prolongar el contraste de la carta. En medio, un pasillo donde se encuentra la cocina recrea la idea del Yokocho (callejón al lado de una calle principal), vestido aquí con madera y pancartas ligeras de luz cálida y suave, que crean el ambiente buscado de los callejones asiáticos. El comedor principal, al final del Yokocho, está cubierto con una estructura roja bajo la que se distribuyen las mesas y un Yaritai (puesto de comida) que también acoge.

Cuando se baja la luz y se sube la música, Sablin ha diseñado para Gutai Barcelona cócteles como el Curry Margarita (con jarabe casero a base de piña natural, se utiliza un tequila 100% de agave azul infusionado con cúrcuma para el ponche), Bangkok Mule (un vodka con especias, sirope de galanga, zumo de cítricos y cerveza que te traslada a la capital tailandesa), Calabria Spritz (en honor a la bergamota de Calabria), Rusky Negroni (un Negroni “ruso”), Dry D Milk Punch (la versión de Gutai del Dry Daiquiri utilizando la leche para clarificar el cóctel), el Good Guy Gutai (el cóctel insignia: rígido y japonés, como un verdadero samurái) o La Cirereta”del pastís” (con ron añejo, especias, sirope de agave y cerveza Kriek lambic).
 
Gutai ofrece también un listado de cócteles de creación pero sin alcohol (limonada de lichi; Kalamnsi, o Virgen Mai-Tai, la versión de Gutai de uno de los cócteles tiki más famosos con sirope de sésamo), champagne y una treintena de vinos eminentemente españoles, de referencias no comerciales seleccionadas por el sumiller del local, Julià Duque. También hasta cuatro sakes en copa que pueden acompañar la comida. Y finalizarla con otros dos sakes que hacen las veces de vinos dulces con base de ciruelas y yuzu, el llamado “limoncello japonés”, o con una gran selección de tés y whiskies también japoneses.

Montse Carreño, 11-Noviembre-2019