El jabón Heno de Pravia cumple 110 años

Una historia bonita. Un día cualquiera del año 1903, Salvador Echeandía, fundador de la firma de perfumería Gal, se propuso inmortalizar el aroma del heno recién cortado de los campos de la localidad asturiana de Pravia, que lo marcó profundamente. Echeandía investigó durante años hasta dar con la fórmula final, una réplica fiel y honesta de ese aroma intenso y limpio que vio la luz en 1905 en forma de agua de colonia. El perfume de la fragancia Heno de Pravia se basó en el acorde heno Fougere, punto de partida para la amplia gama de productos que estaban por venir. Ese mismo año nace también la famosa pastilla de jabón para tocador, aunque no se registrará hasta 1911. La calidad de sus ingredientes –contiene un exquisito aceite de oliva de propiedades ultra hidratantes-, su aroma y una imagen muy estudiada serán las claves de su inmenso éxito.

Por este motivo, ahora se cumplen 110 años del nacimiento de ese olor. Pensar que ese trocito de campo que lo convirtieron en jabón se ha impregnado en los cuartos de baño, armarios y en la ropa de muchas generaciones. Además ha sido testigo privilegiado de acontecimientos históricos y de grandes cambios: ha visto llegar a las casas la luz eléctrica, el agua corriente y los primeros electrodomésticos, ha vivido la revolución de los transportes y ha acompañado a las mujeres en el campo, en sus casas, a la universidad y a la oficina. Esta es la historia de una pastilla de jabón única que, más de 100 años después de su nacimiento, se vende a razón de 40.000 unidades al día.

El dorado de su envoltorio es un tributo al heno secado al sol y el verde de la pastilla se inspira en el color que adquiere una vez cortado. La ilustración de las ramas de olivo anuncia uno de sus ingredientes más famosos: al aceite de oliva.

Todos estos detalles han contribuido a construir el imaginario de una marca cuya identidad –hoy legendaria- comienza a comunicarse desde sus inicios a través de ingeniosas campañas publicitarias. En palabras de Alberto Frías, alma mater del museo Gal, “la calidad, el perfume y la comunicación han sido y son las bazas para el gran éxito que ha cosechado Heno de Pravia”.

Los primeros carteles de Heno de Pravia, protagonizados por mujeres, niños y figuras masculinas dibujadas en blanco y negro por el prestigioso A. Ehrmann -pionero en combinar la fotografía y la ilustración en España- conforman la identidad de Heno de Pravia durante la primera parte de 1900. Pero la revolución artística de la firma no llega hasta 1916, cuando Perfumería Gal convoca un concurso de carteles publicitarios al que se presentan los mejores pinceles de la época: Santiago Rusiñol, José Segrelles o Robert Martínez Baldrich, entre otros. Un cartel moderno y distinto a todos firmado por un jovencísimo Federico Ribas se alza con el premio y convierte a su autor en Director Artístico de Gal. Es la primera vez que este puesto entra a formar parte de un organigrama empresarial en España. Ribas será el artífice de las imágenes que identificarán a la marca las cuatro décadas siguientes.

El tiempo ha jugado a favor de Heno de Pravia. Es el mejor cómplice de esta firma centenaria que ha sabido convertir un aroma en recuerdo imborrable de muchos. Un hito de la perfumería española que en el siglo XXI sigue ejerciendo una poderosa fuerza de atracción.

Los 60: “Aromas de España”. Heno de Pravia lanza “serie selecta para hombres”, la primera línea de cuidado concebida para el sector masculino. Todos los productos estrenan una nueva imagen con la actriz más famosa de la época como protagonista: Paquita Rico.

Los 70: “El aroma de mi hogar”. La firma lanza su primer gel de baño y recibe importantes premios internacionales, como las 3 medallas a la calidad, concedidas en la Feria de Bruselas en 1972, y el León de Oro del Festival de Cine publicitario de Cannes (el primero conseguido en el estado español, gracias al histórico spot y a su también premiada banda sonora “El Aroma de mi hogar”, finalista y ganadora del Premio AMPE.).

Los 80: “Tu generación”. La gama Heno de Pravia se amplía con la incorporación de los desodorantes. Durante estos años se produce un rediseño de la imagen de marca, que adquiere un aire funcionalista propio de la época. La nueva imagen recibe el Premio al Diseño en 1988.

Los 90: “La adaptación” Se revisan los tapones para satisfacer las necesidades del momento: funcionalidad, agilidad y rapidez. La nueva década ve nacer una línea de champús y el primer desodorante sin alcohol de Heno de Pravia.

El nuevo siglo. La familia Heno de Pravia se amplía con la incorporación de la línea Glicerina y Té blanco. Tras un siglo de vida, Heno de Pravia rinde homenaje a sus fundadores con la creación en 2009 de Agua de Pravia, un agua de colonia fresca unisex que retoma los elementos provenientes de la naturaleza.

La primera década del siglo XXI. Tras experimentar un rediseño de imagen, la gama amarilla pasa a llamarse La Original. El logo reposa sobre unos campos de heno que anuncian el lema de la marca: “El Aroma de mi hogar”.

2015. Para conmemorar su 110 aniversario, Heno de Pravia lanza una Edición Limitada de su mítica Agua de Colonia cuyo packaging incluye una etiqueta firmada por el maestro Federico Ribas.

Un aroma centenario, que actualmente sigue impregnándose en los hogares y que si lo hueles enseguida sabes su nombre.

Montse Carreño, 26-Noviembre-2015