El Madrid vino a ganar la Liga, y lo logró

Los blancos no venían desde el 2007. Mourinho nunca había ganado al Barça, ni con el Chelsea, ni Inter ni Real Madrid en el Camp Nou.

Fue el justo vencedor del partido y será el campeón con merecimiento después de una temporada espectacular. No podía ser de otra manera si quería desbancar de su trono al Barça.

Despedirse de la Liga a falta de cuatro jornadas es señal inequívoca de que el equipo precisa cambios.

El Real Madrid firmó su triunfo en que impuso su pegada, su mayor seriedad táctica y hasta su mayor esfuerzo en la lucha por cada pelota. El Barça salió con un equipo sorprendente, sin Cesc, Alexis ni Piqué.

El Barça careció de chispa, de brillantez, de frescura, de velocidad, de garra, el balón corría lentamente y todo el equipo iba a remolque de la táctica del Madrid. No es que el conjunto madrileño fuera muy superior, supo aprovechar los errores defensivos del Barça y, supo jugar con los cuatro puntos de ventaja en la clasificación, no jugó con nervios ni presión e incluso Mourinho  supo comportarse.

El equipo de Mou tuvo la suerte de adelantarse en el marcador con un gol de carambola. Pepe ganó un balón aéreo a Adriano. Valdés rechazó en apuros. Y Khedira metió el pie cuando Puyol intentaba controlar el esférico. Era un 0-1 que hizó año.

El Barça trato de equilibrar el partido, pero Messi estaba muy marcado por los blancos.  Los barceloneses sólo tuvieron un par de ocasiones claras. La primera fue un robo de balón de Alves a Ramos que casillas conjuró  con su salida. La otra, Xavi tuvo el gol en sus pies, tras un gran pase de Messi, pero el remate se desvió in extremis por Casillas.

En la segunda parte, la entrada de Alexis dio un aire fresco al equipo. Marcó un gol que hizo creer en la remontada (69’), a los 99.252 aficionados.

El 1-2 llegó  por un pase de Ozil al portugués Ronaldo que remató de forma espléndida (72’). Era el resultado final que alejaba al Barça del título y le permitía a Mou acariciar su primera Liga en el Madrid.

Pep dio entrada a Cesc y Pedro, pero ya faltaba poco para terminar, además el Madrid teniendo el triunfo en su bolsillo perdieron tiempo descaradamente, haciendo altas tácticas con inteligencia.

Los culés abandonaron el Camp Nou cabizbajos al ver que una Liga que Pep Guardiola calificó de “imposible” hace dos meses y que se la habían puesto a tiro regresaba y, esta vez sí de forma definitiva, a manos blancas cuatro años después. El Real Madrid no entona el alirón desde que el Barça de Rijkaard acabó de enchufarse en 2008. Desde entonces, no ha habido otro color en el fútbol mundial que el azulgrana.

Llevaban 54 partidos seguidos sin perder ante su gente y no les gustaba irse de su afición con un sabor agridulce, lo intentaron todo pero no pudo ser. Guardiola en la rueda de prensa felicitó al equipo ganador, tanto por la victoria como por la Liga.

Montse Carreño, 21-Abril-2012