Skip to Content

Entrega de los premios ‘Codorníu Ars Collecta’ en su II edición

Entrega de los premios ‘Codorníu Ars Collecta’ en su II edición

El primer concurso de carteles de Codorníu, tuvo lugar en 1898, este año ha batido récord de participación con propuestas de 300 artistas (173 artistas participaron hace 125 años) de todo el mundo que proponen nuevos formatos para el arte, en esta ocasión se han presentado desde GIFTs animados a esculturas de neón pasando por bordados, ilustraciones digitales, animaciones o acrílicos. A pesar de todas estas modernidades, desde el primer cartel hace 125 años se siguen recordando los carteles de Ramón Casas y otros artistas modernistas que han pasado a la historia como parte del legado cultural del país.

Las bodegas de Codorníu, obra de Puig i Cadafalch, en Sant Sadurní d’Anoia acogió la entrega de los premios al igual, que la exposición de los carteles originales del primer concurso, algunos inéditos, de artistas como Ramón Casas, Miquel Utrillo, Julio Tubilla y Sebastià Junyet, junto a las obras finalistas y la ganadora del certamen de este año. Se llevó a cabo en el Celler grande de las cavas más antiguas ya que llevan más 470 años haciendo vino y cava.

El ganador de arte Antonio Domínguez ganó la segunda edición del concurso de carteles con su ilustración digital ‘Momentos Codorníu’. Las finalistas fueron la ilustradora Anna Carazo; la artista Sandra Modrego; la primera artista NFT española Gala MIrissa; y la diseñadora gráfica, artista y bailarina Mariana Schrader, que lograron un premio de 2.000€ cada una, mientras que el ganador se llevó 10.000€.

Sergio Fuster, CEO de Raventós Codorníu, afirmó: “podemos afirmar que este concurso ha sido un éxito y que las obras finalistas merecen estar expuestas en las mejores galerías de arte del mundo. Lo que de verdad tiene valor para Codorníu es poder suscitar al elenco de artistas que, como ya pasó hace 125 años, firmen un nuevo capítulo de la historia del arte de este país”. “

El vínculo de Codorníu con el mundo del arte y la cultura se remonta a sus orígenes. Desde el diseño y la construcción de la bodega por parte del conocido arquitecto Josep Puig i Cadafalch –discípulo de Gaudí– y su declaración como Monumento Histórico Artístico Nacional, hasta el reconocimiento de la compañía como una de las pioneras en el mecenazgo cultural, que ha tenido como resultado piezas de arte icónicas como la obra Ambar y Espuma de Ramón Casas.

Las cinco obras finalistas junto a la ganadora merecen una pequeña explicación de su interpretación del cartel de cava. El ganador es un director de arte, en su obra escenifica diferentes momentos de disfrute, desconexión o reflexión donde el cava se convierte en el leitmotiv de las distintas situaciones con guiños a la arquitectura y al diseño tanto modernista como contemporáneo.

El artista Antonio Domínguez, conocido como Curvilíneo, por su gusto por la geometría, ha obtenido varios reconocimientos a lo largo de su trayectoria. Según el jurado la obra ganadora es “un recordatorio de una época celebrativa sin ser nostálgica dentro de una tradición pictórica. Se trata de una propuesta llamativa y alegre con una vívida inspiración retro, pero con un claro toque contemporáneo. Con una expresión colorida y vivaz que habla a todos y se siente incluyente y divertida”.

La finalista Anna Carazo con su obra ‘Conexiones’ es una combinación de ilustración digital y tradicional, muestra un trazo sutil que conecta la tradición con la vanguardia, que recoge la herencia de los que nos precedieron y avanza hacia nuevos retos. Una línea firme, envolvente, ligera y delicada une los recuerdos y los anhelos y ofrece una imagen sencilla, clara y contemporánea.

El jurado destacó  la clase y la elegancia de esta obra, con una un efecto "chispeante" debido a la línea fina del dibujo. Considera muy interesante la técnica, la alegría y el uso del azul, así como la presentación de la botella como objeto escultórico como centro de la imagen y centro de la decisión.

Sandra Modrego, con su obra ‘Codorníu, la magie du plaisir’, es una invitación directa a disfrutar de los pequeños placeres como tomar una copa de cava. Se trata de una oda a la magia del disfrute, una oda a la vida. La intención principal es transmitir la idea de que la vida es una celebración en sí misma y resaltar que el deleite de la degustación del cava tiene una parte mágica que hace conectar con nosotros mismos y vibrar. El mensaje se plasma de forma poética a través de la representación de seis personajes que flotan sobre un fondo infinito de cava. Los personajes trasmiten movimiento, ritmo y alegría de vivir de forma contagiosa.

El jurado destaca de esta propuesta su originalidad y elegancia cromática. Posee, además, humor, energía y es estéticamente moderna en su forma y concepto visual. Resulta una composición festiva universal, llena de celebración y diversión. Habla a todas las edades y culturas con un tono cálido y amable.

Gala Mirissa con su obra ‘Codorníu, moments to collect’, es la primera artista NFT española. Recuerda en su cartel que la vida está llena de momentos, pero que solo algunos permanecen en la memoria. Se trata de los momentos mágicos.

El jurado valora la valentía compositiva y la provocación formal al aunar planteamientos de ilustración tradicionales con fórmulas radicalmente contemporáneas de creación como la inteligencia artificial.

Mariana Scharader, con la obra ‘Codorníu NE/ON’ La artista colombiana celebra, con esta obra en neón, la coincidencia en 1898 de dos hitos: el primer concurso de carteles de Codorníu y el descubrimiento de los gases neón y xenón por los químicos británicos William Ramsay y Morris Travers. En palabras de su autora, estos dos hechos significaron una nueva época para la publicidad y la comunicación. ‘Codorníu Ne/On’ es una instalación de luz, un cartel luminoso que, al registrarse fotográficamente, se convierte en cartel impreso.

La botella de Ars Collecta está dibujada con vidrio retorcido cargado de gas argón y usa como soporte una lámina acrílica con el logotipo de Codorníu, la etiqueta Ars Collecta y la copa. Este grabado se ilumina desde la base de la lámina con una franja de luz led.

El jurado ha apreciado la originalidad conceptual y la opción tecnológica elegida. La autora ha optado por un planteamiento contemporáneo para elaborar un proyecto con una representación dinámica de la botella Codorníu, estilizada con una línea luminiscente que guía toda la composición del cartel. La elección cromática resulta eficaz en evocar la frescura y el ambiente nocturno.

La bodega ha elegido el nombre en latín Ars Collecta como homenaje al amor por lo bien hecho con un toque de locura y genialidad mediterránea. Ars Collecta tiene dos significados ligados íntimamente a la propia historia de la casa: “el arte de la recolección” y “la colección de arte”. Una declaración de intenciones.

Montse Carreño, Noviembre-2022

Foto: Montse Carreño.