Guardiola: “A mí no me perderéis nunca”

En pocas semanas perdieron su trono en la Liga, en la Champions y a su técnico, pero no pasa nada, los cerca de 90.000 espectadores (la segunda mejor entrada en Liga de la temporada), estuvieron aclamando al entrenador durante todo el partido.

Cuando salió Guardiola al césped, una lona de dimensiones descomunales se desplegaba en el lateral, cayendo desde la tercera gradería hasta pie de campo, Se podía leer “T’estimen, Pep” (Te queremos, Pep) acompañada de una fotografía del míster.

Por una vez no fue Pep quien firmó autógrafos, sino quien recibió las firmas y mensajes que los miles de culés estamparon en los cuatro murales gigantes que el club colocó fuera del estadio. Estos murales se harán llegar al entrenador para que tenga constancia de los mensajes de los aficionados, había ideas para todos os gustos. Desde el sencillo “gracias por todo, Pep” hasta el que pedía su regresó como presidente del club.

Reproducción íntegra del adiós:

“Buenas noches a todos. Me parece que la vida me ha hecho este regalo. Que durante cinco años he podido teneros tan cerca y disfrutar de este maravilloso espectáculo que nos han ofrecido estos chicos. No soy diferente de vosotros. He sido un privilegiado como todos vosotros solo que lo he vivido un poquito más cerca. El privilegio me lo llevo conmigo. No sabéis la estima que me llevo, de sentirse tan querido durante estos cuatro años. Gracias a todos. Sobretodo los más próximos. Hemos currado mucho para pasar ratos buenos viéndonos jugar a fútbol.

A vosotros, a la afición, os hemos sentido muy cerca. Sabed que os echaré de menos, que yo soy el que pierde más. Os dejo en buenas manos absolutas primero por los jugadores que ya habéis visto en este tiempo. El cinturón me apretaba mucho y yo me lo desabrocho. Queridos, vosotros no debéis hacerlo porque esto tiene larga vida.

Mucha suerte y hasta pronto que a mi no me perderéis nunca”.

Sonó la canción “Que tinguem sort” de Lluís Llach, y todo el Camp Nou se rindió a sus pies. Con las palabras que acaban de escuchar parecía que no era un adiós definitivo, sino que volverá.

El derbi quedó en un segundo plano. El último partido del míster en el Camp Nou provocó que el centro de atención se desplazara hacia el banquillo.

Aplaudo al F.C. Barcelona que se impuso al Español con cuatro goles que le brindó Leo Messi, el segundo y el cuarto de penalty (se los dedicó todos y en el último se fue a abrazarse a él) hasta una afición que no se movió de sus asientos hasta ver a Pep Guardiola enfilar el túnel de vestuarios tras el pasillo efectuado por sus jugadores, tras bailar la sardana tan típica de las celebraciones, tras ser manteado por los jugadores a los que ha llevado a la gloria y, sobre todo, tras escuchar al profeta Guardiola.

Montse Carreño, 5-Mayo-2012