III Edición Legends Cup

La Legends Cup es un evento ATP Champions Tour que se jugó en Palma de Mallorca durante cuatro días y que en esta ocasión participaron Carlos Moyá (vigente campeón), Mats Wilander, Fernando González, Àlex Corretja, Thomas Enqvist, Henri Leconte, Tim Henman, Mikael Pernfors y Juan Carlos Ferrero, que al final tuvo que ser sustituido por Mark Philippoussis, ya que al ser el nuevo entrenador de Sasha Zverev tuvo que acompañar al jugador a un torneo que coincidía con estos días.

El Palma Sport & Tennis Club fueron las instalaciones donde se jugaron los partidos, Mikael Landström, director del torneo, quiso el primer día agradecer la asistencia del público y desearles que disfrutaron durante esos cuatro días de ocho veteranos del tenis que tantas alegrías habían dado a ese deporte.

Según palabras del director el torneo se está consolidando, en opinión de los jugadores, como el mejor del circuito de leyendas. Los partidos empezaban hacia el mediodía, lo que les daba la oportunidad a los tenistas de divertirse, por ejemplo, salieron todos juntos a navegar a alta mar y comerse una buena paella; Mats Wilander se atrevió a cantar con su guitarra; se tiraron a la pista del club para realizar una competición de relevos…

El domingo, día de la final se jugó el Friendship Cup, torneo de talentos jóvenes de 14 años, Mallorca contra Suecia. Una vez finalizado empezó los partidos de Legends Cup. La final enfrentó a dos amigos y compañeros españoles Carlos Moyá y Àlex Corretja, se impuso el primero por un doble 6-3, revalidando el título logrado el año pasado. Mientras que en la modalidad de dobles jugaron L. Borg-M. Wilander contra M. Ktiri-H. Leconte, al ser un veterano con un junior se jugó a un set 6-5. Destacar que la pareja que tuvo Mats Wilander es el hijo del mítico Björn Borg, que apunta fuerte como su padre.

En la entrega de trofeos, Eva Frade, en representación del Ajuntament de Palma dijo que este torneo significaba mucho para la ciudad, al ser un evento de calidad, que permite a los aficionados al tenis disfrutar de este deporte en un Club, obra del arquitecto Mitjans.

El campeón explicó que jugar en Mallorca significa un gran aliciente, ya que durante su carrera profesional no tuvo muchas ocasiones de hacerlo y que estaba muy feliz de ganar, a pesar de que el nivel de los jugadores era buenísimo.

Estos cuatro días sirvieron para la nostalgia de los aficionados al juego de la raqueta, al ver en la pista a jugadores que veteranos que realmente querían demostrar que todavía tienen los toques de cuando eran profesionales jóvenes, los presentes agradecían con aplausos sus jugadas dando como resultado una competición espectacular en un ambiente divertido y nostálgico para algunos.

Montse Carreño, 08-Octubre-2017