Javier Fernández, medalla de plata

El Ayuntamiento y la Federación Española de Deportes de Hielo quisieron darle a la celebración de la final del ISU Grand Prix un escenario de lo más mediterráneo, por ello se decidieron en montar la pista de hielo en el Centre de Convencions Internacional de Barcelona, el CCIB. El Grand Prix es la prueba de patinaje artístico más importante tras los campeonatos del mundo.

Una vez que se instaló la pista, tuvo lugar la inauguración y como era de esperar, la estrella española del patinaje, Javier Fernández, fue el encargado de pisarla y deslizarse en ella, comprobando la buena instalación. Estuvo acompañado de la teniente de alcalde, Maite Fandos quién anunció que el Ayuntamiento se quedará con la pista de hielo. Lógicamente una vez celebrado el Grand Prix, se desmontó y se almacenó a la espera de encontrar el lugar adecuado para que se quede de forma permanente.

Ya estaba todo preparado para celebrar del 11 al 14 de diciembre la final del ISU Grand Prix en Barcelona y el único representante español que pudo clasificarse estuvo entrenando y explicó que se sentía feliz de que al fin pudiera competir en casa. El tuvo que marcharse con 17 años a Estados Unidos y actualmente vive y entrena en Toronto desde el 2011, ya que aquí no tenía ni ayudas ni patrocinadores para costearse su preparación.

La pista reglamentaria de 1.800m2 y rodearla de 5.500 asientos, todos llenos a rebozar, daban impresión a los patinadores, tal vez este fue uno de los motivos que impresionó a Javier Fernández, ya que en los entrenos matinales se le vio patinar tranquilo y relajada, pero por la tarde al realizar su ejercicio corto tuvo mala suerte. Salió al ritmo de 'Black Betty' que ya le ayudó para ser el primero en clasificarse automáticamente para este Grand Prix. Realizó un cuádruple salchow que acabó con él en el suelo, es un patinador de sensaciones y empezar con una caída le coacciono el resto del programa, quedando el quinto con 79.18 puntos, bastante lejos del primero y gran favorito el japonés Yzuru Hanyu (94.08), actual campeón olímpico y mundial.

El sábado tenía que ser el día del español, olvidar lo ocurrido el día anterior y salir a la pista de hielo a darlo todo. Primero actuaron las parejas, seguidamente mujeres, danza y cerraron el programa libre los hombres. La final de parejas fue ganada por los canadienses, Meagan Duhamel y Eric Radford. En mujeres el oro fue a manos de la rusa de 17 años, Elizaveta Tuktamysheva, subcampeona del mundo júnior en 2011 y medalla de bronce en el último Campeonato de Europa, logró 136,06 puntos que sumados a los del programa corto le dieron un total de 203,58. La medalla de plata fue para su compañera Elena Radionova, de 15 años, campeona mundial júnior 2013 y 2014 que totalizó 198,74 puntos y el bronce para la estadounidense Ashley Wagner, sexta en el programa corto, pero que con un espectacular programa libre de cuatro minutos y medio le dieron la medalla.

En la modalidad de danza la ganaron la pareja formada por los canadienses Kaitlyn Weaver y Andrew Poje, con un total de 109,80, seguidos por la pareja estadounidense y el bronce para los franceses.

Y en hombres, el español logró la plata tras una actuación impecable al son de la ópera 'El Barbero de Sevilla' de Giacchino Rossini, que le llevó directo al metal plateado, tan sólo superado por el japonés Yzuru Hanry, gran favorito. Es compañero de entrenamientos de Fernández en Toronto, de aquí que se les viera tan bien avenidos, aplaudiendo mutuamente y sonriendo constantemente. El japonés, de 20 años, tuvo una caída pero no le apartó de su triunfo, que cumplió con una actuación muy espectacular con varios triples saltos que provocaron la ovación de los espectadores. Empezó con un seguro 'cuádruple Toeloop' y siguió con el salto donde falló el día anterior, el cuádruple 'Salchow más el triple Toeloop' , superándolo de manera brillante.

Afrontó perfectamente el tercer salto, un 'triple Axel' para llegar al ecuador del programa y superar un 'triple Salchow', un triple 'Lutz' y un triple 'Toeloop' que le daban la segunda puntuación del programa libre con 174,72 puntos para un total de 253,90 puntos. Era la mejor puntuación de los cinco participantes que habían salido a la pista, solo faltaba el japonés que participaba último, por lo que el público que empezó a vitorear su nombre, porque la plata ya era segura.

El japonés Yuzuru Hanyu, impresionó con su programa corto, pero el día de la gran final actuó al son del 'Fantasma de la Opera' y lo realizó de manera magistral para lograr 194,08 puntos, superando la mejor puntuación de su carrera en un ejercicio libre ( la anterior era 193,41 conseguida en La Final Grand Prix en Fukuoka en 2013), sumando las dos puntuaciones logró 288,16, y logró revalidar su triunfo en el Grand Prix de 2013. En tercer lugar quedó el ruso Sergei Voronov.

Como broche de oro a la gran competición, el domingo todos los participantes realizando sus exhibiciones libres, incluyendo a la pareja española Sara Hurtado y Adrian Díaz que no se pudo clasificarse por muy poco en el Grand Prix. Hubo ritmo, luces, música y risas en la pista de hielo, pero lo más importante es que se vio unión entre los participantes, eran seis en cada modalidad y demostraron que la rivalidad queda en la competición, después son seres humanos y son buenos amigos.

Montse Carreño, 13-Diciembre-2014