Louis Vuitton abre tienda en Barcelona

La firma francesa Louis Vuitton inauguró nueva tienda en Barcelona. Tributo a la vibrante ciudad catalana, el nuevo espacio permite a sus clientes sumergirse en el universo Louis Vuitton: desde el prêt-à-porter hasta los artículos de viaje, pasando por sus colecciones más hermosas de marroquinería, un saber hacer cercano al corazón de los catalanes, grandes amantes del cuero y del estilo.

El Paseo de Gracia es considerado a menudo una de las diez avenidas más bellas del mundo por su excepcional riqueza arquitectónica. En la esquina con la calle Mallorca, la nueva tienda de Louis Vuitton se ubica junto a la mítica Isla de la Discordia, así llamada porque en ella rivalizaban en estilo los arquitectos modernistas más importantes de la época: Domènech i Montaner, Puig i Cadafalch y Gaudí con su suntuosa Pedrera, entre otras joyas arquitectónicas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Este museo a cielo abierto es también el epicentro del diseño internacional, animado por el prolífico espíritu de la capital catalana.

Pero es a otro famoso arquitecto catalán quien edificó en 1874 la histórica Casa Julià, en el número 80 del Paseo de Gracia. El constructor Rafael Guastavino conjugó tradición y modernidad, el equilibrio más apreciado por Louis Vuitton en los artistas. Por su calidad de visionario, supo integrar técnicas seculares de construcción en la arquitectura moderna, particularmente en la neoyorquina. La Casa Julià es uno de los últimos edificios realizados antes de su partida a Estados Unidos. Restaurada por Louis Vuitton, su fachada conserva toda su elegancia original, con sus circulares jardines de invierno típicos de la arquitectura barcelonesa. La obra ha sido del prestigioso arquitecto neoyorquino Peter Merino.

La “maison” ha querido dar prioridad a un espacio luminoso y cálido en madera, con incrustaciones de bronce y un precioso suelo de estalactitas italianas de ónix. Atravesando el pórtico exterior se ingresa en un amplio vestíbulo, abierto hacia los distintos espacios dedicados a la marroquinería. Los muros se han eliminado y la arquitectura y el diseño descansan en los volúmenes, los techos altos y la luz, dando un juego de claroscuros que refleja la luminosidad de la ciudad catalana.

Más de 500 m2 recogidos en dos plantas, la de la entrada dedicada al departamento de viaje, maletas, baúles y otros objetos, y el área de marroquinería. Y en la segunda plata, tras subir una preciosa escalera de caracol, donde la base es de metal patinado, reminiscencia de la tradición del hierro forjado tan típico de Barcelona. En la parte superior, una cúpula de oro de hoja ilumina el conjunto, se encuentran las colecciones “prêt à porter” de hombre y en el otro extremo vestidos de noche y marroquinería para la mujer.

En la parte central, las colecciones de ready-to-wear alternan con las de zapatos, entre sillones que invitan a descubrirlas con total serenidad. A la derecha, un salón privado alberga las creaciones más exclusivas en un ambiente íntimo y acogedor. A la izquierda se extiende el espacio para el hombre, dominado por los tonos oscuros de la teca ahumada, que recuerda al ambiente de un club para caballeros. En él se encuentran las colecciones de marroquinería, zapatos y accesorios. Al fondo, un pequeño salón presenta el ready-to-wear y las últimas creaciones de los desfiles, en una atmósfera acogedora y discreta que invita al descanso, lejos de la efervescencia exterior del paseo.

Cataluña es la cuna de una de las más antiguas tradiciones marroquineras. Esta región produce las pieles más bellas y acoge todo el artesanado especializado en cuero: ropa, zapatos, maletas, talabartería y libros.

Louis Vuitton fue un maletero visionario que se dedicó a la marroquinería para satisfacer los deseos de sus clientes, siempre en busca de maletas flexibles y elegantes. La piel, materia prima de los iconos más bellos, se muestra en todo su esplendor en los productos de la Maison: el cuero natural, característico de Louis Vuitton, trabajado únicamente con taninos vegetales y que adquiere una tonalidad caramelo con el paso del tiempo; las pieles exóticas y preciosas como las de cocodrilo o pitón; o el recién creado Monogram Empreinte, piel grabada con el estampado del monograma. La variedad es amplia y la paleta de colores y terminaciones casi infinitas. El único común denominador es la misma búsqueda de la perfección.

En homenaje a Barcelona, con motivo de la inauguración de la nueva tienda Louis Vuitton, la artista británica Billie Achilleos ha realizado una escultura inspirada en la famosa salamandra del parque Güell de Antoni Gaudí, totalmente diseñada a partir de marroquinería y pequeña marroquinería de la Maison.

Desde hace tres años, colabora con Louis Vuitton creando un bestiario de animales realizados a partir de bolsos y pequeña marroquinería de la Maison. Desde un colibrí hasta un oso gigante, hay cincuenta animales insólitos y sorprendentes que atestiguan la artesanía de Louis Vuitton. Para su inauguración, la nueva tienda expondrá una decena de esculturas durante dos meses, en un divertido y chispeante homenaje al cuero y a la pequeña marroquinería.

La inauguración dio comienzo con los parlamentos de Michael Burke y Robert Eggs, Presidente y CEO de Louis Vuitton y Presidente de Louis Vuitton de Europa del Norte y Sur respectivamente. Posteriormente fueron llegando los invitados vips para contemplar la nueva tienda, Los Sres. Tous, Sres. Rabat, Leticia Dolera, Quim Gutiérrez, Naty Abascal acompañada de su marido, Emmanuel Schreder, Naty Abascal, Beatriz de Orleans, Jaime de Marichalar, Alejandra Rojas, María Fitz-James Stuart, Montserrat Martí, Boris Izaguirre, Verónica Blume, Martina Klein, Oriol Elcacho con su novia Davinia Pelegrí, Xavier Trias, alcalde de Barcelona, Helena Rakosnik, otros invitados fueron directamente a la cena privada para 100 personas, en la plaza de Sant Felip Neri, degustaron un menú de Carles Gaig (chef con una estrella Michelin), y al finalizar la noche actuó Montserrat Martí, que interpretó dos piezas de ópera y una de zarzuela.

Los cerca de 400 invitados a la fiesta, pudieron ver en directo algunas de las técnicas artesanas que han dado a Louis Vuiton su fama mundial. En un mostrador se enseñaba cómo se personalizan los baúles pintando, a mano, lo que el cliente quiera poner, desde unas iníciales a un logotipo o escudo familiar. En otro, los asistentes podían grabar en un retazo de la lona Epi, el anagrama de la LV en relieve, explicaron con detalle cómo se podía hacer y dejaron que la gente probara y por último había una exhibición de art of packing, que consistía en optimizar al máximo el contenido de una maleta.

Montse Carreño, 17-Septiembre-2013