Montserrat Carulla se despide de los escenarios en el Romea con ‘iaia’

En la rueda de prensa de presentación de la obra, se dio la noticia de la despedida de la gran dama del teatro Montserrat Carulla. La obra escrita y dirigida por su hijo Roger Peña (tiene cuatro y todos están relacionados con el espectáculo). Intervienen Aleix Peña (su nieto en la vida real) y Vicky Luengo, será su último trabajo sobre un escenario, en principio…

Empezó hablando el director, Roger Peña: “La Montse no se jubilará nunca, decide que el esfuerzo teatral del día a día, y la memorización de textos largos ya lo ha cumplido durante mucho tiempo”.

“El texto está escrito para ella pero inicialmente no para una retirada. Llevaba escribiendo un texto, estaban plasmadas unas 20 páginas y mi madre me llamó para decirme que se retiraba, no le dije nada de lo que estaba haciendo, terminé el guión y en Navidad del año pasado se lo llevé, lo leyó y me telefoneó y me dijo, espero que fuera para ella, por lo que pospuso su retirada para finalizar con esta obra. Todo ha venido rodado para despedirse de los escenarios barceloneses en el teatro Romea y luego iniciar una gira por toda la geografía catalana”.

Montserrat Carulla apuntilló: “Yo no me retiraré nunca, me tendrán que echar a patadas, pero pensé que era más oportuno que fuera yo misma quien cerrara la puerta para no tener que salir disimuladamente por la puerta de atrás, antes de que llegue el momento que no te acompañen las fuerzas o la memoria , estando en condiciones de seguir trabajando. El teatro me ha hecho muy feliz, fue como una ventana que abrí y me entró un aire fresco no de las calles de Barcelona sino de los bosques o de los campos de nuestro país. Conocí a mucha gente magnifica, libre, que creían en el amor, nada convencional, que amaba el país, seres humanos magníficos que me enseñaron mucho. Yo le debo más al teatro que el teatro a mí, ya que el teatro me ha dado todo, sobre todo me ha dado la felicidad de tener a parte de mi realización como ser humano de tener una familia que sin habernos iniciado en el arte teatral de una manera u otra se han dedicado a ello”.

“Cierro la puerta pero la cierro de una forma insegura, ya que yo acostumbro a contradecirme y dentro de un tiempo digo que me enterado de una obra, que yo ya me quería retirar pero no me dejan, y no les puedo decir que no”.

“Mi propósito es hacer estar representación aquí y gira por Catalunya y después irme a casita para leer, escuchar música, embobarme e ir tirando mirando al horizonte”.

Vicky Luengo:” Cuando me ofrecieron el papel dije un sí rotundo, ha sido un honor y un regalo.Trabajar con Montserrat ha sido un placer”.

Aleix Peña: “Es una oportunidad fantástica, además que La Carulla, actriz y abuela te diga que soy actor, me quedará en la mente para siempre.

La gran actriz explicó algunos de sus muchos recuerdos durante su carrera: “Mi debut en el Romea fue con los Pastorets, vino Joan de Segarra y buscaba una adolescente, yo tenía 27 años, le guste y sin pensárselo me contrató, por eso digo que yo estoy en el teatro gracias a Joan de Segarra”.

Le han quedado dos asignaturas pendientes en el teatro: La visita de la Bella Dama y Santa Joanna dels Escorxadors.

Estuvo maldecida por el cine español durante 40 años hasta que un día Pilar Miró hacer una película, trabajo en Madrid un tiempo, pero cuando volvió a su ciudad estuvo un año sin trabajar ya que su teléfono no sonaba nunca, entonces trabajó de auxiliar de enfermería, encuadernadora de libros…

Sus papeles más importantes para ella han sido: La Roseta Fernández del Pigmalión con adaptación Julián Olivé; La Julieta de Romeo y Julieta; La hija del Mar de Àngel Guimerà; y la Reina de Bellesa de Leenane. Ha sido feliz con todas pero estas han sido especiales. El único punto negro es con la obra Cassandra, que fracasó.

La obra gira alrededor de Josep, joven y en paro, vive en el piso de su abuela, quién lo mantiene. Una noche conoce a Silvia (una niña de casa bien) y la invita al piso. La abuela los interrumpe y, desde este momento, se crean una serie de confusiones entre la pareja, potenciadas por el carácter curioso y mudable de la abuela que, además, es adicta a la horchata, las nuevas tecnologías y al chat.

Los dos jóvenes se gustan, incluso sienten alguna cosa más. Todo podría ser perfecto, si no fuera que la abuela siempre está por medio; y si no fuera que el chico esconde un doloroso secreto.

Montserrat Carulla se le ha entregado el Premio Cruz de Sant Jordi en 1995; Medalla de Oro de la Generalitat de Catalunya en 2008 y más reciente el Premio Gaudí de Honor.

Montse Carreño, 19-Diciembre-2013