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Ricardo Darín regresa al Tívoli con “Escenas de la vida conyugal”

Ricardo Darín regresa al Tívoli con “Escenas de la vida conyugal”

Que la obra es una éxito lo demuestra que en cuatro años esta es la tercera ocasión que regresan a Barcelona para permanecer desde el 13 al 24 de noviembre en el Teatro Tívoli, interpretando ‘Escenas de la vida conyugal’. Concebida por Ingmar Bergman en 1973 como una miniserie para la televisión sueca, con Liv Ullman y Earlan Josephson como protagonistas. Fue una versión de 5 horas de duración que despertó tanto interés que en su último capítulo congregó frente a la televisión a más de la mitad de la población sueca. Con el mismo éxito se pudo ver en diferentes países. Posteriormente, se llevó al cine obteniendo grandes premios como el Globo de Oro o el Bafta. El propio Bergman la estreno en teatro en Munich en el año 1981, lugar en el que se encontraba por estar voluntariamente exiliado.

Ricardo Darín ha cambiado de partener, en la primera ocasión vino acompañado por la actriz Érica Rivas y antes la había interpretado con Valeria Bertuccelli, por desgracia terminó  peleado con ambas actrices por temas de maltrato, pero ello no afectó a la representación. Ahora ha venido con Andrea Pietra.

¿Por qué tiene tanto éxito este montaje parece que no pasan los años para la obra? Bueno, Romeo y Julieta también lleva más años todavía, parece que hay conflictos que no desaparecen, son perennes, y dependiendo cómo se traten. En el caso de esta obra, es un fiel reflejo de lo que se puede una serie de conflictos sobre el escenario  pero no necesariamente tiene que ser con un dramatismo que no te deje respirar. El espectador disfruta y se puede sentir identificado o no en algunos casos”, explicó Darín. Andrea Pietra quiso añadir “es la obra es muy empática con el público, la gente entiendo de lo qué se está hablando, se ríe, llora. Además me ha quedado constancia de que a Ricardo lo aman mucho en España, por lo tanto  llenan el aforo ya que el boca a boca funciona, y dicen ‘id a ver este espectáculo que es buenísimo y encima verás a Ricardo’”.

“Yo no confío mucho en el tema de los nombres y “estrellatos”, yo soy un muchacho grande y el hecho de conocer este oficio a tan temprana edad, siendo de hijo de padres actores eso hace que conozcas en profundidad el otro lado del mostrador, eso hace que pienses en el trabajo, entrega, agradecimiento y alegría por ser un privilegiado. Es una profesión básicamente inestable”, declaró Ricardo Darín.

Darín explicó “Considero que estas siete escenas que se ponen sobre el escenario tienen un poco más de humor que su obra original y además al ser interpretada por nosotros, con la sangre latina hay un aporte que le ha dado una fluidez que le agrega bastante humor, más allá de las payasadas que yo haga”. Después de beber un poco de agua añadió “De todos modos hay un humor intrínseco en la pieza, ácido y áspero que tiene que ver con el arrojo de decir ciertas verdades en forma bestial”.

Sí el autor de la obra viera su interpretación expresó  el actor “creo que a mí me pegaría un bofetazo (risas). Supongo que se divertiría … o nos haría un juicio o demanda”.

Pronto llegará a la pantalla grande una película que se rodó en Argentina “espero que les guste mucho” se titula ‘La odisea de los giles’, es la segunda producción con su hijo, Chino Darín pero la primera que trabajan juntos y, que representa a Argentina en los Oscar y los Goya.  Se trata de la historia de su país de un modo que sólo es posible 20 años después de un hecho traumático “Hoy podemos tener una mirada más humorística sobe el corralito, que fue un colapso económico-financiero en el 2001 pero también humano, con mucho dolor, perdidas, que gente que se marchó”.

Volviendo a ‘Escenas de la vida conyugal’ cuenta la historia de Juan y Mariana  en una serie de situaciones en las que enseñan distintas etapas de su matrimonio y que continúan después de su divorcio, Escenas cotidianas, divertidas o dramáticas que siempre resaltan la condición humana. Todas ellas con una fuerte presencia del amor y con las que cualquiera puede identificarse.

La obra está dirigida por Norma Aleando, primera dama de la escena argentina, también protagonizó la obra en 1992 junto a Alfredo Alcón, se recuerda como uno de los hitos teatrales de la cartelera porteña.

Montse Carreño, 12-Noviembre-2019