Skip to Content

Se reinventa La Esquina añadiendo el prefijo Bar a su nombre

Se reinventa La Esquina añadiendo el prefijo Bar a su nombre

El mítico local se reinventa y añade el apéndice Bar a su nombre de pila para presentar una propuesta basada en la gastronomía tradicional barcelonesa, que viene firmada por el chef Alexis Peñalver.

El Bar La Esquina, se ubica en el 2 de la calle Bergara de Barcelona y presenta un renovado concepto gastronómico en el que colisionan la cocina burguesa de toda la vida y la cultura de bar cañí. Por este motivo, recupera el formato de bar bistró tan característico de la Ciudad Condal y encarga a su chef, una carta con un concepto creativo único. Fusionando la cocina tradicional y rural catalana, el nuevo invento de Alexis resulta en un local con mucha barra y poco mantel. Un completo tributo a la cocina catalana con influencia italiana y francesa, con la intención de llevar Barcelona directamente a la mesa.

Su propuesta es empezar el día con un “esmorzar de forquilla”. Los comensales pueden comenzar el día senados en las barras que blindan el local o en una de sus mesas pidiendo un pincho de tortilla, una butifarra de Calaf con alubias de Santa Pau y salteado de setas y ajos tiernos, o un plato de huevos fritos con sobrasada y miel o panceta asada. Para los menos atrevidos, podrán probar una amplia propuesta de bocatas con todo tipo de charcutería, además de bollería elaborada por un obrador local. Todo acompañado de un buen café especialidad y su Marzocco, tal y como manda la tradición esquinera.

Por supuesto tienen espacio para los más vermuteros, disponen de vermut Miró, cerveza de barril o un refresco en mano, su propuesta Taberna invita a probar versiones optimizadas de clásicos como el matrimonio, la banderilla, el best seller croquetón de rustido de pollo y jarrete o la ensalada esquinera.

Sus platos estrella, pueden ser el roast beef de presa ibérica con pimientos agridulces, queso curado y piparra; berenjena con sobrasada, romesco verde y mató, o el bacalao con sanfaina. Son platos de toda la vida pero se han querido elevar a otro nivel para que la explosión de sabor y color estén presente en la mesa. Existen opciones más frescas y ligeras, como el tartar de lubina y erizo con tostadas de mantequilla ahumada; ensalada de tomates, a elegir con boquerones, arenques, anchoas o ventresca de atún; o la sección de charcutería con tablas variadas de embutidos y quesos locales. También habrá platos fuera de carta que variaran dependiendo de la temporada del año. En cuanto a la carta de vinos, irán desde lo más funky para el paladar como puede ser un orange hasta un clasiquísimo Jerez.

También disponen de menú de mediodía, que irán variando según la temporada y, ahora abrirán por las noches para tomarse unos vinos mientras se prueban las exquisiteces de su carta.

Lo han cambiado todo en cuando a estructura y decoración, ahora existe una barra infinita, que bordea todo el local, acompañada de azulejos blancos que dan una luz especial al local. De su anterior etapa, ha quedado su terraza exterior, algunas sillas y la gran mesa comunal que tan buenos momentos ha dado, así como la estación de madera que da la bienvenida al comensal que se encuentro junto a la puerta.

Montse Carreño, Noviembre-2023