Skip to Content

Tarragona se abre al Mar Mediterráneo

Tarragona se abre al Mar Mediterráneo

Disponer de una playa delante mismo del casco urbano es un lujo natural del que pocas capitales de provincia puede presumir, y Tarragona es una de ellas.

Tarragona es un destino vacacional de primer nivel, avalado por su gran oferta cultural, gastronomía… ¡y sus playas!. Una ciudad abierta al mar, a ese Mediterráneo por el que llegaron los romanos en el siglo III a.C, eligiéndola para establecer en ella su primera fortificación más allá de la península itálica. Un destino de ’sol y playa’ tranquilo, con arena fina, blanda y suave que se adapta perfectamente al cuerpo y con pendientes muy suaves que permiten caminar dentro del agua o nadar sin riesgos. Sus playas son muy amplias, ideales para mantener los protocolos de seguridad y el ‘distanciamiento social’, ahora que se exige por Sanidad; la mayoría están dotadas de duchas además de otros servicios como alquiler de hamacas, restaurantes y permiten la práctica de deportes náuticos.

Las personas que se asomen a la modernista barandilla del Balcón del Mediterráneo pueden admirar casi a sus pies la playa del Miracle, ubicada también frente al Anfiteatro romano, que va desde el puerto hasta la Punta Grossa. Y a continuación, siguiendo rumbo note, La Arrabassada, con bandera azul. Ambas playas urbanas tienen medio kilómetro de longitud y son muy anchas.

Siguiendo aparecen dos playas más pequeñas: la Savinosa, de 350 metros y bandera azul, y la de los Capellans, de apenas 60 metros pero muy coqueta. Son la antesala del gran arenal tarraconense, la playa Larga; tres kilómetros de casi infinita arena para perderse paseando entre las olas que acarician los pies de cualquier persona.

Para aquellos que busquen un poco más de intimidad la encontraran en tres paradisíacas calas contiguas: playa de l’Arboçcar (nudista), playa de Bencs (nudista) y Cala Jovera, todas ellas arropadas de arboledas. Jovera, una de las más atractivas, separa las dos últimas playas tarraconenses, ambas con bandera azul:  playa de la Mora y playa de Tamarit, que toma el nombre de la antigua población que destaca por su castillo románico del siglo XI. Situado sobre un promontorio, constituye una de las más bellas ‘postales’ veraniegas tarraconenses.

Las personas que visiten estas playas y la ciudad de Tarragona se les puede decir ¡Bienvenidos a la Costa Dorada del Mediterráneo!.

Montse Carreño, 28-Julio-2020