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Barcelona celebró una cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”

Barcelona celebró una cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”

Estaba previsto realizar esta cena conmemorativa a bordo de buque-hotel “Sunborn Barcelona”, al retrasar su llegada hasta después del verano, decidió la Fundación Titanic, hacerlo en el Museu Maritim.

Fueron llegando todos los asistentes, que pagaron 153 euros por cubierto, algunos iban vestidos con trajes de la época, para ambientar más el evento, pero lo que nadie podía pensar es que diluviaría sobre Barcelona, con truenos y relámpagos, creando una situación más real, dando pie a que los 200 asistentes pudieran ambientarse en la noche que vivieron sus familiares, amigos o conocidos, aquel fatídico 14 de abril de 1912.

Tras una primera copa de champán Henri Abelé (una de las seis marcas de las que disponía el Titanic) de bienvenida, y con un cuarteto de cuerda, que tocaron “Lo más cerca de ti, Señor”, que fue la música que acompaño a los pasajeros en la triste noche, mientras las sirenas sonaban a la hora del hundimiento del Titanic, se sirvió la cena elaborada por Xavier Barrachina, el cocinero que gestiona el restaurante del museo, quiso acercarse lo máximo al menú original que preparó August Escoffier, en esta ocasión hubo: Ostras aliñadas, tarrina de foie, consomé Olga, filete de lenguado al curry acompañado con arroz, confit de pato con compota de manzana y de postres un pudding Waldorf con Éclais de vainilla y chocolate con helado francés, cafés e infusiones, todo ello regado con champán y vinos, que ahora comercializan la firma Freixenet.

Inesperada petición de mano de Julio Rey a su novia Sandra Sastre antes de que llegara la medianoche.

Posteriormente minuto de silenció, coincidiendo con la misma hora en la que el transatlántico chocó contra el iceberg en el Atlántico Norte, en memoria de los pasajeros que fallecieron en las frías aguas.

Momento de parlamentos, abrió el turno el Presidente de la Fundación, Jesús Ferreiro, quien cedió la palabra a un familiar español y a otro extranjero.

Para el presidente de la Fundación Phillippe Cousteau, Gabriel Portal, la muerte de 1.523 personas en la tragedia del Titanic "supuso un antes y un después para la seguridad humana en altamar. A raíz de entonces se introdujeron por fortuna muchas mejoras". Esa misma visión defiende el comandante naval de Barcelona, José Luis García Velo, que causó sensación entre los presentes por su gran parecido con el mítico capitán Smith, de quien alabó su actitud al frente del timón en el momento del choque con el iceberg.

Las hermanas Irene y Elena Hernández Rodríguez (de 21 y 19 años, respectivamente) intercambiaban complicidades y evidenciaban su excitación por compartir una velada única. "El Titanic es parte de mí. Es cómo si todos estuviéramos ahí representados; es como una humanidad chiquitita", explicaba Irene vestida de época tras haber ahorrado durante un año para permitirse la escapada de Ávila a Barcelona. Rafael Armada, un gran aficionado a los barcos desde los 4 años, todavía no daba crédito al verse rodeado de tanta gente para la que, como en su caso, poder conmemorar el centenario del Titanic era "un sueño".

Paloma Monros, comentó que un tío paterno, Juan Monros de 19 años murió en el naufragio “Mi padre me había contado que su hermano  mayor había muerto en el ‘Titanic’. Nació en Barcelona, pero vivieron en Paris y su hermano mayor, era muy aventurero, se fue a estudiar inglés a Londres, quiso conocer mundo y se apuntó como segundo camarero del primer restaurante o bien  como intérprete, ya que hablaba cuatro idiomas. Yo he ido buscando información pero nunca he podido encontrar nada, pero el otro día escuchando Telemadrid, hablaron de una carta que iba dirigida a mi abuela, me levanté de la cama y me puse en contacto con la Fundación”. Lo encontraron en los camarotes de los ayudantes de camareros, se había cambiado de ropa ya que iba con ropa de calle y con objetos personales en los bolsillos, ello ayudo a identificarlo, encontraron su cadáver descompuesto ya que intentó salir pero al tener unas rejas le impidieron huir”. 

Gerard Pallàs, su abuelo se llamaba Emili y fue uno de los supervivientes. Su abuelo era panadero, nacido en un pueblo de Lérida y se marchó a Cuba para buscar fortuna, como hacían tantos españoles en esa época. Le acompañó un amigo, compraron billetes de segunda clase. Embarcó en segunda y se salvaron por casualidad, su amigo bajo con una barca y él como estaba más retrasado al ver que no podía bajar se tiró a la barca con la mala suerte de que se hirió en la pierna y quedo inconciente, pero su compañero lo escondió bajo la lona. Se salvaron y estuvieron en Nueva York un tiempo, luego volvió a Barcelona y al año siguiente se casó. Mi abuelo murió  en 1940, el 14 de abril, su destino era morir ese día pero no de aquel año. 

Elena Ugarte. Sobrina-nieta de Víctor Peñasco, uno de los diez españoles a bordo del ‘Titanic’ que pereció esa noche, explicó que donó el esmoquin a la exposición. “Estaba de luna de miel con su mujer, María Josefa, y su doncella. Eran pasajeros de primera clase, subieron al bote 8, entonces Víctor vio a una mujer que iba en tercera con un niño en brazos llorando y le dejó su lugar en el bote”.

Elena lleva un collar de perlas del que pende un corazón de oro macizo con las iniciales V.P. en cuyo interior hay las fotos de sus familiares.

Cuando se supo de la colisión y hundimiento del Titanic, White Star Line, la naviera propietaria del lujoso hotel flotante, pareció contentarse en un momento con el rescate de 710 de los más de 2.200 ocupantes del navío y tardó dos días en montar una operación para recuperar el mayor número de víctimas posible.

De hecho, no fue hasta que otros barcos que transitaban por las aguas de la tragedia reportaron del macabro espectáculo de centenares de cuerpos flotando en las aguas del Atlántico cuando White Star Line fletó al Mackay-Bennett para recuperar los cadáveres.

Al día siguiente embarcaron a bordo del velero “Santa Eulàlia”, familiares directos de pasajeros y tripulantes del ‘Titanic’, desde donde lanzaron al mar una corona de laurel y una flor cada uno.

Montse Carreño, 14-Abril-2012

  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Paloma Monros y su hijo José Mª.Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Gerard Pallàs.Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Elena Ugarte. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona. Familiar extranjero.Foto: Manel Martin.
  • 14ABRIL2012 Cena para conmemorar el centenario del hundimiento del “Titanic”, en Barcelona.Familiares extranjeros. Foto: Manel Martin.