‘Mar i Cel’ ahora con mar

“‘Mar i Cel’ siempre tuvo cielo, pero ahora también tiene mar”, explicó la escenógrafa y figurinista Montse Amenós en la presentación del nuevo montaje del clásico de Dagoll Dagom, en el teatro Victoria de Barcelona.

Este musical vuelve tras estrenarse en 1988 y volver a montarse en el 2004. Se ha renovado con la tecnología actual, con unos fantásticos audiovisuales creados por Joan Rodón y Emilio Valenzuela para una gran pantalla que recrea, entre otras imágenes, decenas de cielos diurnos y nocturnos. Se suman los efectos de sonido ideados por Roc Mateu, que hacen sentir al público el oleaje del mar por el que se mueve el barco pirata de la obra que, como recordó su director, Joan Lluís Bozzo, con sus 8.000kilos es otro personaje más. Un personaje correoso para el que los 20 actores de la obra “han tenido que hacer un entrenamiento corporal con abdominales, tan duro que yo me he puesto en forma nada más verlos, no sé si os habéis dado cuenta de que estoy más delgado” bromeó el director.

Lógicamente había incógnitas de por qué vuelven por tercera vez y que esperan conseguir con este regreso. El director recordó que este año Dagoll Dagom cumple 40 años de vida activa. Y que la compañía ha hecho un recorrido muy variado, concretado especialmente en el teatro musical pero sobre todo en un teatro popular que buscaba diferentes tipos de público, diferentes estamentos culturales y generaciones para que retornen al teatro, “porque en este país desde tiempo inmemorial el problema es la falta de público”. Dagoll Dagom insiste hace 40 años en recuperar públicos no habituales, escuelas, gente joven, grupos de comarcas. ‘Mar i Cel’ es la obra que ha conseguido recuperar público y por eso la vuelven a montar, conscientes de que en estos momentos las estadísticas indican que un 53% de las salas están llenas, es un porcentaje bajísimo, pero por suerte ha subido al año anterior. Ellos se sienten afortunados de que ya haya apuntadas 45.000 escolares para ir a ver la obra, que van de 8 a 12 años.

Lo nuevo para esta temporada es la tecnología y el elenco, en el que sólo repite Xavi Fernández y Pep Cruz, que actuó como Joanot en el primer ‘Mar i cel’ y regresa 26 años después “Yo pensaba que estaría fastidiado y que le tendríamos que adaptar el papel, pero no le veo ninguna diferencia de energía”, ironizó Bozzo.

Las nuevas tecnologías son que en el fondo del escenario hay una megapantalla de 17 por 12 metros que junto a otras dos creará un efecto en tres dimensiones al mostrar, por ejemplo, el cielo, que al moverse hace que uno se sienta dentro, el sonido también se ha reforzado para crear en el ambiente la sensación de estar en medio del mar. Todas estas novedades llevan a una fuerte inversión que sólo en la producción ronda los 600.000 euros.

Los espectadores solo ven a 20 actores sobre el escenario, pero hay que tener en cuenta que la música es de orquesta en directo que la forman una docena de músicos. Los números y las curiosidades son muchísimas en una gran producción, el personaje que no es humano, el barco pirata pesa seis toneladas, tiene cuatro metros de manga, diez de eslora y nueve de altura y lo que parece increíble es que la carcasa de madera sigue siendo la primera, es decir, tiene 26 años, solo se han hecho unos pequeños retoques, en concreto en las cuerdas que con el tiempo se estropean. Se lucen un total de 62 trajes, siendo el más pesado el vestido del rey, que tiene un peso de 12 kilos. También quisieron aclarar que muchos de los vestidos de los cristianos/as eran los originales.

Estos piratas legendarios que Àngel Guimera convirtió en protagonistas de un drama romántico en 1888, no podían pensar que un siglo después se convertiría en el mejor musical. Nadie podía imaginar que la historia que viven el corsario morisco Saïd y su prisionera, la cristiana Blanca podría traspasar fronteras y gustar a más de un millón de espectadores.

Los primeros protagonistas fueron Àngels Goyalons y Carlos Gramaje, él repetiría en la segunda producción en 2004, pero con una acompañante diferente en esta ocasión Elena Gadel. El casting para la producción actual ha durado cuatro meses, se presentaron 309 personas, 34 de ellos para interpretar a Saïd y 55 para Blanca. Los elegidos para volver a darles vida fueron Roger Berruezo y Ana San Martín, una actriz gallega que ha aprendido catalán expresamente para poder interpretar la obra.

En cuanto al tiempo que permanecerá en cartelera, de momento tienen pensado hasta Navidades, pero quieren continuar y esperar que el público les sea fiel con su asistencia, ellos tendrán la última palabra. La idea de realizar una gira por Catalunya la ven complicada ya que el montaje es muy complejo. Aunque recuerdan que se interpretó en Alemania, por lo que les gustaría que vinieran personas extranjeras y si es factible llevarla fuera del mercado español, aunque son conscientes de que necesitarían ayuda económica.

Montse Carreño, 18-Septiembre-2014